Hay dos formas de ser frente a tu guardarropas: eres más organizado o más creativo. Hay más personalidades del guardarropas pero, para simplificar, puedes ponerte en una u otra categoría (y si eres organizado y creativo eres un genio! eres el tout del tout! y con un estilo descollante, seguramente).
El organizado compra los básicos de su estilo: si es informal, jeans, playeras, chamarras básicas, si eres formal la chaqueta, el sweater, cardigan o saco. Sabe sus colores, en general. Tiene la ropa casi siempre lista, ordenada, limpia, arreglada. Nunca grita por la ventana: en qué pensaba cuando compraba?!!...como lo hacen otros. Nunca suda cuando tiene una cita. Pero tiene un secreto, y un miedo, ya lo veremos.
Muestra mucha seguridad porque sabe que no está fuera de lugar.
El creativo compra los detalles; sabe qué se va a usar cuando nadie lo intuye; se imagina su guardarropas sin problemas; encuentra lo novedoso o el reloj reliquia más excepcional en un anticuario. Tiene un no se qué y todo el mundo lo nota cuando entra en una fiesta...por lo especial.
Pero también tiene su secreto.
Esas son las ventajas de ser organizado uno, creativo el otro.
Vamos a checar ahora los desafíos de estas dos personalidades, que es en lo que realmente te puedo ayudar.
DESAFÍOS DE CADA UNO:
El creativo invierte y quizás malgaste en un detalle de ensueño, pero se queda sin presupuesto para lo básico. Y si tiene un gran presupuesto, se aburre de sólo pensar en probarse los básicos. Son taaan comunes. Y él no es común.
El organizado a su vez no se anima a lo nuevo y distinto, no quiere, no ve el detalle genial, y ni pensaría en gastar en eso si no tiene... lo básico antes! adivinaste bien. ¿Maletas? No problem, casi listas. Y si tiene un graaan presupuesto, comprará más caro...de lo básico. Y por supuesto, se aburre.
Resultados: el creativo tiene cosas geniales y muy pocos conjuntos que estén listos, armados. Tiembla en los viajes. Siempre le falta "lo básico, lo aburrido" lo definirían ellos. El organizado tiene todo lo que hay que tener, pero se aburre. Le falta piquín, picante, ritmo y salsa a su look. Flair, estilo arrasador, y lo añora.
Cómo resolverlo: si eres organizado, compra menos camisetas y jeans o pantalones del mismo color. Refrénate. Sabe CUANTOS YA TIENES DEL MISMO y ponte un punto. No te hacen falta tantos iguales, créeme. ¡Te aburres de sólo mirar tu armario! Y los demás piensan que te pones siempre lo mismo, cuidado.
Sugiero que guardes ese tiempo y dinero extras para invertir en accesorios y colores que hace tiempo quieres probar. No hay estilo que no se desarrolle sin equivocaciones. Piensa que hasta los grandes genios creativos también se equivocan. Prueba para reuniones o citas menos importantes, para ir a cargar gasolina, por ejemplo. Prueba.
Por otro lado, un accesorio es algo que siempre te puedes sacar de encima a último momento si te sientes muy incómodo. A la otra personalidad del armario, si no le gusta lo que lleva está en problemas, porque le faltaría lo básico, aquello que no puede sacarse antes de llegar a la fiesta. Asi que HOY, practica, y ya. DEPURA LOS REPETIDOS INNECESARIOS. INVIERTE EN ESTILO, EN CARISMA.
Cómo resolver tu desafío si eres creativo: bueno, ya sabemos de tus hazañas con el color, la novedad, la búsqueda de estilo y tu descaro divertido. Ahora capitalízalo y equivócate más frente al espejo, menos en la calle. DEPURA, DEPURA, tu armario. A diferencia del organizado, no será en cantidad de items repetidos (seguro no tendrás 4 chaquetas casi exactas del mismo color), pero sí se irán para no volver accesorios, relojes, bufandas, collares, cosas de todo tipo que YA NO TE REPRESENTAN. Sí, fueron buenas ideas. Pero HOY concéntrate en los básicos que te faltan, compra de a dos aunque te aburra y piensa en el tiempo que te ahorrarás porque tendrás las bases bien fundadas. Y piensa que, como en el supermercado, tanto condimento y nada sólido para comer no te hace bien. Lo mismo con tu guardarropa.
Por último: si tienes ayuda casera, necesitarás menos repetidos que si no la tienes, en ambas personalidades.
Y si te atascas...llama a tu asesora, que sabrá editar tus guardarropas.
Agueda García Irízar, AICI CIP ASESORA EN IMAGEN PERSONAL, METAS Y COLOR.
El organizado compra los básicos de su estilo: si es informal, jeans, playeras, chamarras básicas, si eres formal la chaqueta, el sweater, cardigan o saco. Sabe sus colores, en general. Tiene la ropa casi siempre lista, ordenada, limpia, arreglada. Nunca grita por la ventana: en qué pensaba cuando compraba?!!...como lo hacen otros. Nunca suda cuando tiene una cita. Pero tiene un secreto, y un miedo, ya lo veremos.
Muestra mucha seguridad porque sabe que no está fuera de lugar.
El creativo compra los detalles; sabe qué se va a usar cuando nadie lo intuye; se imagina su guardarropas sin problemas; encuentra lo novedoso o el reloj reliquia más excepcional en un anticuario. Tiene un no se qué y todo el mundo lo nota cuando entra en una fiesta...por lo especial.
Pero también tiene su secreto.
Esas son las ventajas de ser organizado uno, creativo el otro.
Vamos a checar ahora los desafíos de estas dos personalidades, que es en lo que realmente te puedo ayudar.
DESAFÍOS DE CADA UNO:
El creativo invierte y quizás malgaste en un detalle de ensueño, pero se queda sin presupuesto para lo básico. Y si tiene un gran presupuesto, se aburre de sólo pensar en probarse los básicos. Son taaan comunes. Y él no es común.
El organizado a su vez no se anima a lo nuevo y distinto, no quiere, no ve el detalle genial, y ni pensaría en gastar en eso si no tiene... lo básico antes! adivinaste bien. ¿Maletas? No problem, casi listas. Y si tiene un graaan presupuesto, comprará más caro...de lo básico. Y por supuesto, se aburre.
Resultados: el creativo tiene cosas geniales y muy pocos conjuntos que estén listos, armados. Tiembla en los viajes. Siempre le falta "lo básico, lo aburrido" lo definirían ellos. El organizado tiene todo lo que hay que tener, pero se aburre. Le falta piquín, picante, ritmo y salsa a su look. Flair, estilo arrasador, y lo añora.
Cómo resolverlo: si eres organizado, compra menos camisetas y jeans o pantalones del mismo color. Refrénate. Sabe CUANTOS YA TIENES DEL MISMO y ponte un punto. No te hacen falta tantos iguales, créeme. ¡Te aburres de sólo mirar tu armario! Y los demás piensan que te pones siempre lo mismo, cuidado.
Sugiero que guardes ese tiempo y dinero extras para invertir en accesorios y colores que hace tiempo quieres probar. No hay estilo que no se desarrolle sin equivocaciones. Piensa que hasta los grandes genios creativos también se equivocan. Prueba para reuniones o citas menos importantes, para ir a cargar gasolina, por ejemplo. Prueba.
Por otro lado, un accesorio es algo que siempre te puedes sacar de encima a último momento si te sientes muy incómodo. A la otra personalidad del armario, si no le gusta lo que lleva está en problemas, porque le faltaría lo básico, aquello que no puede sacarse antes de llegar a la fiesta. Asi que HOY, practica, y ya. DEPURA LOS REPETIDOS INNECESARIOS. INVIERTE EN ESTILO, EN CARISMA.
Cómo resolver tu desafío si eres creativo: bueno, ya sabemos de tus hazañas con el color, la novedad, la búsqueda de estilo y tu descaro divertido. Ahora capitalízalo y equivócate más frente al espejo, menos en la calle. DEPURA, DEPURA, tu armario. A diferencia del organizado, no será en cantidad de items repetidos (seguro no tendrás 4 chaquetas casi exactas del mismo color), pero sí se irán para no volver accesorios, relojes, bufandas, collares, cosas de todo tipo que YA NO TE REPRESENTAN. Sí, fueron buenas ideas. Pero HOY concéntrate en los básicos que te faltan, compra de a dos aunque te aburra y piensa en el tiempo que te ahorrarás porque tendrás las bases bien fundadas. Y piensa que, como en el supermercado, tanto condimento y nada sólido para comer no te hace bien. Lo mismo con tu guardarropa.
Por último: si tienes ayuda casera, necesitarás menos repetidos que si no la tienes, en ambas personalidades.
Y si te atascas...llama a tu asesora, que sabrá editar tus guardarropas.
Agueda García Irízar, AICI CIP ASESORA EN IMAGEN PERSONAL, METAS Y COLOR.
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