lunes, 24 de mayo de 2010

El cuerpo habla. ¿Lo escuchas?


¿Qué significa esto?

El cuerpo es historia viva. Desde el nacimiento, tenemos/somos un determinado cuerpo que es el fiel reflejo de nuestro carácter y desde allí le vamos “cargando” limitaciones, enfermedades, dolores, emociones congeladas, kilos (según lo que vamos vivenciando) hasta llegar a la apariencia que hoy tenemos.

Cada parte y el todo hablan de nosotros.

¿Interrogamos algunos aspectos?

- ¿Hay diferencias entre el lado izquierdo y el derecho?

- ¿Entre la mitad superior y la inferior?

- ¿El pecho está hundido o expandido?

- ¿La pelvis retraída o “sacando colita”?

- ¿Las piernas sostienen o se sienten flojas o rígidas?

- Los pies están relajados o tensos, en garra?

- ¿Cómo es tu postura?

- ¿Hay dolores? ¿Dónde?

- ¿Qué emociones podrías detectar como habituales y cuáles negadas?

- ¿Algún síntoma o enfermedad?

- ¿Hay conciencia fluida del cuerpo o una especie de “anestesia contracturada”?

Cada característica que descubriste tiene una lectura, que te puede ayudar enormemente a conocerte y comprenderte mejor.

Hacer un camino de evolución personal incluyendo al cuerpo es altamente transformador. Mientras, desde lo mental, tendemos a “enrollarnos”, el cuerpo es un noble aliado que nos responde rápida y efectivamente, produciendo cambios concretos. Y no olvidemos lo espiritual.

El cuerpo y su energía son un sistema de altísima magnitud, que refleja y actúa los demás niveles. Estamos funcionando con menos del 10% de su potencial... ¡y aún así es maravilloso!

El dolor y el sufrimiento ya no son las únicas posibilidades de aprendizaje. Ahondemos en su significado, pero activemos además otros resortes más ricos todavía. Cuerpo, mente y espíritu integrados son el más poderoso recurso que tenemos.

¿Escuchas?

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