Los
metrosexuales y metroemocionales han quedado en el pasado. Una nueva
clase masculina ha reemplazado a estos modelos y se está lanzando a la
conquista del mundo femenino.
Los gastrosexuales son hombres que
se sienten seducidos por los ingredientes, su combinación; les encanta
cocinar y compartir la comida. Basan toda su atracción en las maravillas
culinarias que pueden hacer, pero no son profesionales de la cocina.
“Son
varones bien masculinos que conocen diferentes cocinas, saben de
preparaciones e ingredientes y elaboran platos realmente distinguidos
sin ser chefs profesionales, pero detrás de este encanto, se esconde un
hombre que intenta seducir con esta virtud culinaria, ya sea consciente o
inconscientemente se proponen conquistar a una mujer a través del
estómago”, comenta la socióloga argentina Miranda Carballo.
Según una encuesta española, entre las virtudes que más valoran las mujeres de los hombres se encuentra la de saber cocinar.
“Cada
vez hay más varones realizando cursos de gastronomía porque para ellos
también es importante agasajar a sus parejas o posibles relaciones con
una buena cena romántica”, comenta la especialista.
La habilidad
en la cocina se ha convertido en un factor fundamental a la hora de
tomar partido por uno u otro sujeto. “La mujer pasa muchas horas fuera
de su casa.
En la mayoría de las familias ya no existe el tiempo
para cocinar, pero el hombre no se conforma con abrir una lata de atún y
un pedazo de pan. No tiene otra opción que aprender y hacer placentero
ese aprendizaje”, sostiene Carballo.
Otro informe
inglés, demuestra que el saber cocinar se encuentra a la misma altura
para atraer a una mujer que el salario, estatus, personalidad y
apariencia.
“El hombre es inteligente y si puede usar esta
herramienta a su favor, claro que lo hará. No hay nada más romántico
para una mujer que la agasajen con una cena, un almuerzo exquisito y
mucho más si es algo habitual que sucede en la vida cotidiana”, relata
la profesional.
La cocina ha
dejado de ser cosa de mujeres y de especialistas. Actualmente el hombre
es quien debe adaptarse al ritmo de vida que se ha ido adquiriendo.
La
mujer está ocupando el mismo nivel en todos los ámbitos sociales y la
cocina ya no es el lugar donde ella manda. Lo importante es saber
distinguir cuándo la habilidad culinaria es solamente una postura
masculina para seducir y luego abandonar y cuándo es en realidad un
estilo de vida.
“Todos tenemos modos de seducir que nos distinguen y nos hacen únicos. No está mal conquistar a través de la comida.
Es
lo mismo que tener una sonrisa seductora, unos ojos increíbles o una
sensibilidad e inteligencia envidiables, lo único que hay que saber
diferenciar es cuándo esta virtud es pasajera y se practica con fines
malintencionados y poco constructivos a nivel pareja”, define Carballo.
Características que los definen:
Tienen predilección por los restaurantes. La salida perfecta para ellos es salir a cenar a sitios sofisticados.
Seducen con platos elaborados, combinan ingredientes y son especialistas en comidas afrodisíacas.
Usan la habilidad para cocinar como arma de seducción y conquista.
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