sábado, 10 de julio de 2010

Cosas que asustan a las mujeres en la cama


El sexo puede ser una experiencia intimidatoria por distintas razones. No obstante, hay algunas cosas que pueden ocurrir en una cama y que tienen la capacidad de aterrar verdaderamente a tu pareja.
En vistas de evitar asustarla (y echar a perder tu noche de sexo), ten en cuenta los siguientes puntos:

Nuevo territorio
Lo primero que puede asustar a una mujer en la cama es pedirle hacer algo que nunca antes ha hecho. Dependiendo de cuánta confianza tenga en sí misma, la solicitud de algo que en lo que no tiene experiencia podría ponerle los pelos de punta.
Antes de hacerle saber tu nueva idea, hazte una idea de su nivel de conocimiento y comodidad en la materia. Un simple “¿Has probado (inserta aquí cualquier clase de acto sexual intimidatorio) antes?” puede funcionar de maravillas si pretendes no asustarla con movimientos o actitudes inesperados.

Asfixiarla
Poner tus manos alrededor de su cuello y apretar un poco puede estar perfectamente bien si se lo has avisado y si es algo que te enciende (o, desde luego, si ella te lo ha solicitado). Sin embargo, asfixiarla durante el sexo es una forma segura de asustarla en el momento menos indicado.
Son muchas las personas que disfrutan del sexo duro, del juego violento de roles, e incluso son muchos los que alcanzan a gozar con cierta dosis de dolor. No obstante, si antes del acto no has discutido tus predilecciones con tu pareja sexual, no será adecuado que intentes llevarlas a cabo en el frenesí de la sesión amatoria.

Juego anal inesperado
Algunas mujeres se excitan ante la idea de la estimulación anal, mientras que otras lo encuentran francamente repugnante.
Antes de saber qué clase de mujer es la que tienes en la cama, evita por favor aproximarte a su ano. La penetración anal inesperada es uno de los mayores sustos que puedes darle a una mujer.
Incluso acercarte demasiado con tus dedos, lengua, o con algún juguete, puede ser suficiente para sacarla del estado sexual. Hazte una idea de sus gustos y preferencias antes de intentar el juego anal.

Sexo con juguetes
Los juguetes sexuales a batería y las esposas pueden ser parte normal de tu vida sexual, pero si tienes una nueva pareja que nunca ha echado un vistazo a tu caja de juguetes, procura no sacarla de debajo de la cama en medio del acto sexual.
La mayoría de las mujeres sabrá cómo manejar un vibrador o un par de esposas, pero si tu repertorio incluye perlas anales, sogas y látigos, tal vez quieras mostrárselos antes.
Y si tu caja de juguetes contiene espéculos o elementos de electro-tortura, lo mejor será mantenerlos escondidos hasta saber de seguro que ella se sienta cómoda con tus fetiches.

Lenguaje sucio
La mayoría de nosotros podemos sentirnos a gusto con algo de lenguaje sucio en la cama. En el frenesí del momento cualquier cosa puede salirse de tu boca si no tienes cuidado.
El problema en este caso es que no sólo tus acciones pueden asustarla en la cama, sino que también tus palabras tienen dicho potencial.
Tal vez hayas comenzado susurrándole una fantasía al oído, pero ahora tu voz se parece más a la de un asesino serial, y por las palabras que salen de tu boca bien podrían pensar que eres un pervertido. Reprime ese demonio que tienes en tu interior si quieres evitar asustarla en la cama.

Sexo y miedo
Naturalmente, lo que asusta a una mujer en la cama podría hacer que otra se vuelva loca de excitación sexual. A ciencia cierta, no es posible saber o predecir cómo va a reaccionar cada mujer a tus fetiches o prácticas sexuales (hasta que lo preguntes, desde luego).
Toda mujer con cierto grado de experiencia o apertura mental no tendrá problemas en platicar sobre estos temas. Por otra parte, suponiendo que sacaras el tema y ella se escandalizara, nada mejor que descubrir de antemano que son una pareja incompatible en el plano sexual.

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