jueves, 29 de mayo de 2008

Cómo superar el miedo ante los demás


Muchas personas sienten temor cuando se presentan ante personas desconocidas, o cuando tienen que hablar ante una audiencia. Pero este problema tiene solución

En estas circunstancias, pueden perder el habla, esquivar la mirada, transpirar demasiado, etc. Estas actitudes se deben generalmente a timidez, baja autoestima, o incluso a trastornos como la fobia social. Pero fuere cual fuere el origen, en todos los casos dificultan –en mayor o menor medida- el relacionarse con los demás.
En esta nota intentaremos darle ciertas claves para eliminar estos miedos. Para lograrlo, es imprescindible realizar una ejercitación basada en tres puntos: la mirada, el habla y la respiración.

La mirada
La mirada revela aspectos importante del carácter de cada persona. A través de la misma se expresan deseos y sentimientos. Por eso los ejercicios que detallamos a continuación le servirán para poder observar a la persona que tiene en frente suyo y así lograr mayor confianza en sí mismo:

1. Relaje los músculos de su cuerpo, ya sea sentado o acostado. Los ejercicios de respiración profunda pueden ayudarlo a lograr eso: inspirar en cuatro tiempos y espirar en otros cuatro.
2. Gire los ojos alternativamente hacia los costados para relajar los músculos que los rodean.
3. Luego gire los ojos en forma circular. Llévelos hacia delante y hacia atrás suavemente.
4. Cuando esté completamente relajado, cierre los ojos mirando fijo hacia delante.
5. Concéntrese e imagine a sus ojos como si fueran dos esferas de luz ardiente que concentran energía.
6. De esas esferas de luz se desprenderán dos rayos de luz en dirección inversa. Es decir que en vez de mirar hacia delante, verán hacia atrás como si pudieran ver a través de la nuca.
7. Mantenga esta idea en su cabeza y relájese por unos minutos.
8. Una buena forma de plasmar esto es anotar qué sensación le produce realizar este ejercicio cada vez que lo hace. De esta forma llevará un registro sobre el cambio de intensidad en su mirada.
9. Otra variante puede ser fijar la vista en un punto fijo y proyectarla hacia adelante, jugando con las intensidades, como si usted pudiera ver a través de las paredes y objetos.

El habla

Las voces son como canales transmisores de sentimientos y emociones que atraviesan a la persona. Por eso la voz indica la capacidad de un individuo para dirigirse a los demás. Ésta se conecta con el pensamiento para saber utilizar las palabras correctas para cada momento, con su tono indicado.

Para mejorar este aspecto, realice el siguiente ejercicio:

1. Sentado en una posición cómoda, gire el cuello a un lado y al otro para relajar sus músculos.
2. Aclare la voz pronunciando diferentes monosílabos, con intensidad.
3. Tome cualquier texto y comience a leerlo como si lo hiciera en voz alta pero sin emitir ningún sonido.
4. Module exagerando cada movimiento de la mandíbula, la lengua, la boca y los labios. Esto sirve para mejorar la articulación.
5. Una vez que lo haya hecho al menos cinco veces, repita lo mismo pero leyendo en voz alta. Hágalo una y otra vez hasta lograr cierta claridad y volumen entendibles.
6. Otra forma efectiva es leer en voz alta con un lápiz entre los dientes, de modo que los músculos deban esforzarse para modular bien y se pueda escuchar claramente.

La respiración

Los ejercicios de respiración conviene realizarlos por la mañana, ya que elevan el tono mental y aclaran las ideas. La oxigenación distiende al cuerpo, lo carga de energía y uno se siente más libre y predispuesto:

1. Parado y con la espalda derecha, cierre los ojos y estire los brazos hacia arriba, bajándolos suavemente por los costados hasta unirlos en la zona pélvica.
2. Con las manos unidas por las yemas de los dedos, suba los brazos despacio hasta el mentón.
3. Mientras inspira profundamente, se abrirán los brazos llevándolos hacia atrás para aumentar la capacidad pulmonar.
4. Retenga el aire unos instantes y al momento de soltarlo afloje también la postura corporal.
Este ejercicio hágalo tres veces por día, siempre antes de desayunar. Además debe dejar pasar unos minutos entre ejercicios para evitar la sobreoxigenación, porque puede causar mareos.

Recuerda que tú eres un hombre bello y saludable... sin miedo ante los demás!

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