jueves, 3 de junio de 2010

¿Qué es el estrés?


¿Qué es?

Es un estado de tensión física, mental y emocional que de intensificarse deriva en enfermedad , ansiedad y depresión.

El estado de tensión generalizada va irradiándose desde el que la padece, a todo el entorno familiar, laboral y social impidiendo la adaptación a las diferentes situaciones de la vida y al devenir de los acontecimientos.

El estrés afecta al sistema nervioso , al funcionamiento general del organismo y en especial al sistema inmunológico.

Es posible aprender a controlar el estrés, modificando nuestras actitudes , las pautas que originan nuestra conducta y desarrollando una actitud positiva ante la vida.

Nuestra personalidad, forjada desde la niñez, los factores medioambientales y emocionales, la interrelación con los demás y el desconocimiento de uno mismo son causas importantes de estrés.

También los errores conceptuales respecto de la vida, la felicidad, la ambición, el trabajo y el amor .

La psiquis y el cuerpo, van emitiendo gradualmente señales de advertencia que nos muestran la aparición del estrés: inquietud, nerviosismo, irritabilidad, dolores de cuello, hombros y parte baja de la espalda, trastornos del sueño, de la presión arterial y alimentarios, dolores sin causas aparentes.

El estrés acumulado puede desencadenar arrebatos de ira y conductas violentas.

Las exigencias laborales, la exagerada competitividad, la ambición exacerbada, las críticas personales y ajenas hacia nuestro desempeño, el perfeccionismo , nos provocan estrés.

Cuando nos estresamos envejecemos mas aprisa física y mentalmente.

El proceso normal de envejecimiento se acelera desde el momento en que perdemos interés en nuestra vida.

¿Qué hacer?

Abrir espacios para la creatividad y la salud física y mental.
Dejar de empastillarnos para buscar alivio y si no es posible abandonar las medicaciones acompañarlas con la palabra aliviadora, buscar la escucha terapéutica del profesional de la salud mental.
Dejar de lado prejuicios que nos paralizan y anquilosan. Desprendernos de ellos como de una coraza que en vez de protegernos nos asfixia y nos mata.
Desarrollar nuestra capacidad creativa y el sentido del humor; alimentar nuestro espíritu con la simple apreciación de la belleza en la cotidianeidad.
Aunar la búsqueda de éxito material con el éxito espiritual, sustentado en el conocimiento de nosotros mismos y nuestras capacidades para ser mejores personas.
Desear no sólo comodidades materiales si no también seguridad espiritual.
Integrarnos en los grupos donde convivimos: familia , trabajo, amigos, barrio, ciudad.
Buscar espacios creativos donde expresarnos: talleres de teatro, música, literatura, escultura, pintura, lectura, reflexión y grupos terapéuticos. Sin dejar que nuestra exagerada autocrítica nos detenga.
Evitar el aburrimiento y las actitudes repetitivas. Recuperar la curiosidad, la ilusión y el asombro.
Descubrir la importancia de ayudar a los demás.
Proponernos objetivos cercanos y realizables en el aspecto espiritual fundamentalmente: ser mas cariñosos, expresivos, leales , abiertos , sinceros, generosos
Aprendamos a escuchar de verdad , en silencio sin críticas , juicios y consejos a padres, hijos, amigos, pareja.
Escuchar, comprender, aceptar

Valorar las diferencias como motivo de acercamiento y no de rechazo.

Entendamos nuestras debilidades para aceptar las del prójimo

Mantengamos activas nuestras mentes: informémonos para opinar, dejemos de lado el individualismo.

La reflexión como hábito
Abandonemos el palabrerío vacío de contenido que nos agota y debilita. Fomentemos el hábito de la reflexión aún sobre las cosas sencillas y en nuestras actitudes cotidianas.

Un simple viaje en colectivo y nuestra capacidad de observación pueden ser una fuente de información sobre nosotros mismos a la vez que nos aleja de rumiar constantemente los mismos pensamientos.

La conversación con un niño o un anciano puede llevarnos a la reflexión sobre aspectos de nuestro pasado o temores sobre nuestro futuro.

Caminar, tomar contacto con la naturaleza, respetarla y aceptar todas sus manifestaciones, el contacto de nuestras manos con la tierra puede llenarnos de una increíble energía liberadora.

Practicar actividad física adaptada a la edad y circunstancia por la que atravesamos.

Desarrollar una nueva visión filosófica de la vida

Informarnos y formarnos, que nada de lo que ocurre a nuestro alrededor nos sea indiferente.

Participemos... esta es la vida y el momento que nos ha sido dado.

La oportunidad desperdiciada no se recupera.

La práctica de Yoga
Una posibilidad que podemos brindarnos contra el estrés es la práctica de Yoga.

Te ayudará a liberarte de las ataduras de la tensión en el cuerpo, respirar mejor y mas libremente, conectarte con tu organismo y sus funciones, escuchar el lenguaje del

cuerpo .

Recuperar la salud física y psíquica .

Descubrir la mente. Ir reconociendo lentamente su influencia sobre nuestra salud.

Equilibrar cuerpo y espíritu para que dejen de ser ajenos uno al otro.

Y... fundamentalmente abrirá tus espacios mentales e interiores, llenándolos de experiencias maravillosas como es el conocimiento de uno mismo.

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